Rescatada de un pueblo donde era utilizada para cazar pero ya no la querían. Chisca Llegó aterrada al albergue, pero sus compañeros de 4 patas y los voluntarios de 2 piernas la hemos ayudado con sus miedos e inseguridades, y a día de hoy es una perrita muy diferente. Aún acusa los cambios, pero mejora rápidamente tras los primeros días. Su casa de acogida la esta ayudando a confiar de nuevo en el ser humano y a perderle el miedo a nuevos entornos.