AITA fue abandonada junto con su hermana Mami, simplemente porque se han hecho mayores. Cuando más necesitaban del cariño y el cuidado de sus propietarios les dieron la espalda.
Así es que no pudimos evitar llevárnoslas para la protectora cuando vimos esos ojitos implorando atención desde detrás de las rejas de su jaula.
Aita es una perra excepcional, tranquila, obediente, lista, agradecida, noble… una abuelita de unos 8 años de edad que esta en buena forma física. Su casa de acogida nos cuenta que le encanta dormir y darse buenas comilonas. La verdad es que no da nada de guerra en casa.
Buscamos una familia responsable, que se encargue de Aita el resto de su vida. Se merece que la quieran como ella sabe querer, con el corazón entero.