Rescatamos a BALI junto con otros muchos perros, vivían en una nave donde los tenían hacinados y criando sin cesar. Debido a ello Bali tiene las mamas muy voluminosas, a pesar de haberle realizado ya dos cirugías para solucionar las hernias inguinales que tenía.
Bali estuvo un tiempo viviendo en el albergue, donde se mostraba tímida con las personas, pero segura mientras estuviera en el grupo familiar con el que vino. Luego paso a una casa de acogida con otras dos perritas.
Toda la familia al completo se centraron en ayudarla con su timidez y se notó muchísimo su mejoría. Aun así los paseos le seguían costando y la mayor parte del tiempo se negaba a andar cuando iba atada.
Decidimos, por su bien, cambiarla una vez más de entorno y llegó a su actual casa de acogida, donde ha avanzado lo que le faltaba para poder vivir por fin en un hogar definitivo en cuanto se lo encontremos.
Sus papis actuales le han dado una gran dosis de cariño y han sido muy pacientes con ella, respetando sus necesidades, lo que sin duda alguna le ha servido para dar unos pasos de gigante.
No obstante Bali siempre será una perrilla algo insegura cuando cambie de entorno y hay que ser paciente a la hora de manipularla porque se estresa mucho y se bloquea. Ahora mismo esta acogida sola, pero si compartiera el día a día con un perro confiado y estable, sin duda alguna la ayudaría en la transición, aunque indispensable tampoco es.
Con la gente es cariñosa y agradecida, estrecha lazos con rapidez.
Una perra con un pasado tortuoso que solo tiene ya ojos para mirar al fabuloso presente que vive y al brillante futuro que la espera!!!